martes, 11 de julio de 2017

Nairo se abraza a un milagro

“Ahora es más el querer que el poder”, aseguró ayer el colombiano Nairo Quintana en la primera jornada de descanso del Tour de Francia, en el que está lejos de la posición de pretendiente al triunfo final con la que había llegado a la carrera.

El jefe de filas de Movistar compareció ante los medios con gesto resignado y el discurso voluntarioso. Más que el tiempo perdido (2.13 minutos con el británico Chris Froome, insuficiente para tirar la toalla con dos semanas de competición, Pirineos y Alpes por delante), Quintana parece descontento con las sensaciones que experimenta.

No pudo aguantar el ritmo de los mejores en la montaña, el terreno que le suponía superioridad, donde tenía que recuperar el tiempo perdido. “Hemos cedido por falta de fuerzas, no nos vamos a engañar”, dijo el ciclista de Boyacá, que consideró que solo una gesta puede reengancharlo a la competición con los mejores.

Aseguró que debe tener “un día brillante” y que coincida con una “etapa importante”. Solo así podrá recuperar las diferencias que, dijo, no son demasiado altas en un Tour que calificó de “más parejo” que en ediciones pasadas.

Desde que comenzó el Tour, el colombiano tiene marcada en rojo la etapa del Izoard, el 20 de este mes, día de Colombia, dos jornadas antes de la contrarreloj definitiva en Marsella.

Pero ello parece ahora demasiado poco trampolín para catapultar a Quintana al podio.

“Traigo bastantes días de competición con los del Giro. No sé lo que puede pasar”.

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