El deporte boliviano no sólo sufre por falta de éxitos y apoyo económico, también lo hace por crisis internas que llevan a una división institucional. Para muestra basta un botón y muy grande: la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), tiene dos directivas, ni más ni menos.
La oficial, que tiene esta condición al ser reconocida por el Comité Olímpico Boliviano (COB), está presidida por Gualberto Escobar, dirigente chuquisaqueño que ya tiene varios años al frente de la entidad.
La no oficial está la cabeza de Edgar Herrera, presidente de la Asociación Cochabambina de Ciclismo (ACC) y que hasta hace unos años fue vicepresidente de la FBC, liderada por Escobar, sin embargo, debido a algunos asuntos internos, ahora los dirigentes son antagonistas. Pese a no ser reconocida por el COB, la directiva de Herrera, cuenta con el apoyo del Ministro de Deportes Tito Montaño, quien desde que era director del Fondo de Inversión del Deporte (FID), tiene un trato distante con Gualberto Escobar.
MAL RELACIONAMIENTO
Precisamente, la actual crisis del ciclismo boliviano se remonta a cuando Montaño estaba al frente del desaparecido FID.
El FID era el organismo directo encargado de entregar recursos económicos a las federaciones nacionales reconocidas por el COB y el Gobierno Nacional, para que desarrollen su calendario oficial anual.
La FBC recibió recursos, pero el problema surgió cuando el FID requirió los descargos correspondientes, de acuerdo a las normas establecidas para este procedimiento administrativo.
Como la FBC no descargó sus gastos, el FID optó por cortar el desembolso de recursos económicos, esta situación se mantiene por más de tres años.
Y como es lógico suponer, esto se tradujo en serios problemas para la elaboración del calendario anual del ciclismo, debido a que las competencias oficiales requieren de financiamiento. Así, por ejemplo, la Vuelta a Cochabamba de Ciclismo 2014 no se llevó a cabo por falta de recursos económicos, lo que interrumpió 20 años de tradición pedalera en la Llajta.
DESCONOCIMIENTO
A la falta de recursos económicos se sumó el recrudecimiento del conflicto interno, debido a que en enero de 2013, Gualberto Escobar fue reelecto como presidente de la FBC en el marco de un congreso, protestado como ilegal por sus opositores.
El desconocimiento a su presidencia, motivó que Escobar, a su vez, desconozca a Edgar Herrera como presidente de la Asociación Cochabambina de Ciclismo (ACC) y lo inhabilite para llevar a cabo cualquier competencia.
Este hecho acabó por fraccionar a la federación ciclística, debido a que Herrera y dirigentes de otras asociaciones consideraron dictatorial y sin fundamento reglamentario la inhabilitación.
A partir de ahí se distinguen dos bandos claramente opuestos, el uno conformado por Escobar y su Comité Ejecutivo, y el otro de Herrera y las asociaciones que se adhirieron hasta llegar a ser una mayoría opositora. Y por inercia de la mayoría opositora, surgió la directiva paralela presidida por Edgar Herrera que busca su posicionamiento en el contexto del ciclismo nacional.
Seis asociaciones apoyan a Herrera
El 9 de febrero de este año en una asamblea general convocada con motivo expreso, y el apoyo de seis asociaciones departamentales, Edgar Herrera fue elegido y posesionado como presidente de la Federación Bolivana de Ciclismo (FBC).
Cochabamba, Tarija, Potosí, Oruro, Beni y La Paz retiraron su confianza a Gualberto Escobar y decidieron seguir otro camino a manera de presión para provocar su renuncia.
La flamante directiva cuenta con nombres importantes como Óscar Soliz, el mejor ciclista boliviano de la actualidad, que actúa en el equipo Movistar de Colombia.
Gualberto Escobar se quedó con el apoyo de las asociaciones de Chuquisaca, su departamento de origen y Santa Cruz de la Sierra, de donde procede Bailón Becerra, que es vicepresidente de la FBC, Pando no tiene aún una asociación.
Marco Antonio Torrico, dirigente cochabambino y propietario del equipo Pío Rico, quizá el más importante del país, es presidente de la Comisión Técnica de la FBC.
Herrera justificó la decisión de conformar una nueva directiva con el argumento de que a la cabeza de Escobar, la FBC anda sin rumbo y no recibe atención ni recursos económicos del Estado. “Estamos cansados de esta situación, queremos cambiar de rumbo, el ciclismo debe resurgir”, sostuvo Herrera.
Escobar presentará su renuncia
De acuerdo a la explicación proporcionada al #1 por Marco Antonio Torrico, presidente de la Comisión Técnica de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), Gualberto Escobar tiene previsto renunciar a la presidencia de la federación el miércoles 18 de febrero, en oportunidad de una asamblea general que se desarrollará en Sucre.
A la cita, convocada por Escobar, asistirán en calidad de veedores, dirigentes de la Confederación Panamericana de Ciclismo (Copaci) y la Unión Ciclística Internacional (UCI), el máximo organismo del deporte pedalero.
Torrico acotó que Escobar no quiere permanecer como presidente de la FBC en las actuales condiciones, de enfrentamiento y división interna.
La renuncia de Escobar se producirá una vez que brinde a los asambleístas, un informe detallado de sus actividades al frente de la FBC y sobre todo, de las circunstancias que llevaron al conflicto institucional.
A partir de ahí, se abre un compás de espera para que, de acuerdo a reglamento de la FBC, se conforme el Comité Electoral y se lleve a cabo un proceso electoral para elegir a los nuevos dirigentes. Sin embargo, como la asamblea es magna, los dirigentes podrían decidir seguir un camino más corto.
