Luego de la incertidumbre de la realización de esta competencia internacional, debido a la falta de apoyo económico para su organización, la FBC garantizó la Vuelta, merced al respaldo de las gobernaciones de Chuquisaca y Potosí, que correrán con los gastos de hospedaje, alimentación y premios.
“Está confirmado. Ya hemos tenido el diálogo con las instituciones”, manifestó el presidente del ciclismo boliviano, Gualberto Escobar, al explicar que ya se realizaron las gestiones con las gobernaciones antes mencionadas.
Sin embargo, uno de los ítems que no fue cubierto por dichas instituciones es el transporte (ida y vuelta) de los equipos internacionales, para lo cual se continúan buscando sponsors.
Cabe mencionar que esta competencia debe contar con la participación de cinco equipos internacionales como mínimo, requisito para tener el aval de la UCI.
Escobar explicó que hay interés de equipos de Argentina, Chile, Ecuador, Cuba y Venezuela, y aunque no hay un límite de equipos participantes, señaló que la prioridad la tiene Colombia, debido a que “es el condimento del ciclismo mundial”.
De igual manera, se aguarda una respuesta favorable de los equipos nacionales, que el año pasado intervinieron con seis representativos.
PIENSA EN GRANDE
El dirigente nacional confesó que de acuerdo al saldo que deje la Vuelta al Sur de Bolivia en su segunda versión, se analizará la posibilidad de ampliar para la próxima gestión el número de etapas, de cinco a ocho.
Sin embargo, explicó que esto significaría incorporar a la ruta de la competencia más ciudades, ya que en estas dos primeras versiones simplemente se compite entre Sucre y Potosí.
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