Quintana ha logrado rehacerse de una carrera en la que le amenazó la retirada camino de Tarazona en la decimotercera etapa, por problemas de salud, y en la ha ido a más desde la contrarreloj de Burgos, en la que se mostró verdaderamente notable terminando sexto en una etapa que, en principio, no iba nada con sus características.
Tras esa crono se ha ido probando de cara al día elegido para asaltar el podio, que era hoy. Y en su ataque definitivo solo le ha fallado Rafal Majka, de los pocos que han acabado con las fuerzas del de Cómbita.
No obstante, Quintana ha acabado "contento con la cuarta plaza" en la general de una carrera a la que llegó desgastado tras ser segundo en el Tour de Francia.
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