En Cibeles, y al término de la vigésimo primera etapa disputada entre Arroyomolinos y Madrid, un paseo de 117 kilómetros, Froome, emocionado, se encaramó al primer escalón del podio frente a la escultura de la diosa símbolo de la capital, epicentro de una fiesta a la que también se sumaron el Matteo Trentin, con cuatro victorias rey del esprint y Alberto Contador en su adiós del ciclismo.
Froome, de 32 años, supera el "trauma" en su sexta participación. La Vuelta ya era un reto personal después de 3 segundos puestos, así que alcanzó "un sueño increíble". Un registro que supone un doblete histórico. El keniano de nacimiento iguala el Tour-Vuelta que firmaron Jacques Anquetil (1963) y Bernard Hinault (1978).
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