El corredor que sea declarado culpable de "fraude tecnológico, será sancionado con la descalificación (en la carrera en la que esté participando), una suspensión de 6 meses como mínimo y una multa de 20.000 a 200.000 francos suizos (de 21.000 a 210.000 dólares)".
Su equipo, teniendo en cuenta que el corredor necesita la complicidad inevitable de al menos su mecánico para 'dopar' su bicicleta, corre el riesgo de ser descalificado, una suspensión mínima de 6 meses y una multa del mismo importe que el ciclista. El artículo referente a las sanciones fue introducido en el reglamento el pasado 30 de enero.
En su normativa general, la UCI recuerda que "la propulsión de la bicicleta debe hacerse únicamente con las piernas (tren muscular inferior), en un movimiento circular, con ayuda de platos y bielas y sin asistencia eléctrica o de cualquier otro tipo".
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