viernes, 8 de noviembre de 2013

El padre Pérez no garantiza la competencia para 2014



La realización de la séptima versión de la Vuelta a Bolivia, que por las fechas que habitualmente maneja el Grupo Fides debería realizarse entre el 31 de octubre y el 9 de noviembre de 2014, no está garantizada de acuerdo con lo expresado ayer por el padre Eduardo Pérez, en Oruro.

“Tengo que evaluarlo”, contestó el director del Grupo Fides, que organiza la prueba, cuando se le consultó si ya está pensando en la competencia del próximo año.

Después dijo que en este momento “no puedo prometer nada, porque se necesitan 350.000 dólares (unos dos millones y medio de bolivianos) que no son fáciles de conseguir”. Anunció que va a esperar y no tomar decisiones apresuradas. “Primero que termine la sexta versión”, el domingo en La Paz, “y luego nos tomaremos unos días y evaluaremos”.

Contó que el año pasado “perdí mucho dinero, pero viendo a estos hombres que corren a 44 y 46 kilómetros por hora, pierdo la razón; sin embargo no la puedo perder tanto, porque el bolsillo me va a pegar un tiro”.

Pérez no piensa como mucha gente, que dice que la esperanza es lo último que se pierde: “Creo en la esperanza mientras haya plata, porque sin plata no hay esperanza”, matizó.

Este año la Vuelta le cuesta al Grupo Fides unos 2.8 millones de bolivianos; pero el sacerdote no se refirió a cómo están las finanzas, aunque trascendió que no se tiene los problemas de 2012. Pérez destacó el buen nivel que se está teniendo en la Vuelta: “Es una de las cosas que a mí me impacta”, sobre todo las velocidades que se están imprimiendo en la carrera.

Dijo que en la etapa del miércoles, entre Villa Tunari y Cochabamba, se rodó a 46 kilómetros por hora, y el martes entre Buena Vista y Villa Tunari, a 44. Agradeció a la población orureña que salió a las calles para ver el paso de los ciclistas. “Gracias por la sencillez, por el calor que ustedes (los orureños) siempre tienen con nosotros”.

La mayoría de los ciclistas llegó con retraso respecto de los líderes. El sacerdote anticipó que “intentaremos salvarles el cuero para que mañana (hoy) partan en Vila Vila, porque los argentinos siempre van a tener el pretexto de subir a 4.495 metros sobre el nivel del mar. Dicen que es inhumano correr a esa altitud, pero siempre suben y nunca pasa nada”.


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