La definición de Masa Crítica en términos de sociología es una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar. Este adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer. Esta teoría es un paralelismo con el mismo concepto en física”, explica Giuseppe García, integrante de este movimiento en Cochabamba.
“Las primeras celebraciones de Masa Crítica tuvieron lugar en San Francisco en 1992. En origen se llamaron "Commute Clot", pero en seguida se cambió el nombre al de Masa Crítica. El término está relacionado con teorías sociales que dicen que una revolución social es factible cuando se demuestra una cierta cantidad (una "masa crítica") de apoyo popular”, dice García.
Integrante de Masa Crítica desde hace varios años, García comenzó en Italia y al regresar a Bolivia y saber que existía el movimiento aquí, vio necesario incorporarse nuevamente y poder hacer algo más por Cochabamba.
“Considero que la bicicleta es una forma de transporte que debería difundirse mucho más, como ocurre en Europa y en otros países desarrollados. En Bolivia hay más trabajo por hacer debido a que no estamos organizados como en los países primer mundistas donde la gente respeta al ciclista, donde existen ciclo vías y parqueos de bicicletas por todos lados”, indica.
MASA CRITICA EN BOLIVIA
Masa Crítica fue fundada en Bolivia por Rodrigo Vargas, un apasionado a la bicicleta. El 2011 cuando nace aquí el movimiento, la cantidad de personas que lo integraban era mínima pero este número fue creciendo cada vez más.
Vargas, como arquitecto y diseñador que es, creó toda la imagen y los elementos de comunicación y difusión y su diseño llegó hasta la Bienal de Madrid representando a Bolivia.
Vargas fue impulsado para este emprendimiento por tres factores: la bicicleta, el diseño, (en este caso a nivel de comunicación visual), y su amor por Cochabamba. Si bien actualmente reside en Europa, desde la distancia se mantiene muy activo en la organización general y como siempre proporciona diseños e ideas muy creativas para lograr los objetivos del movimiento.
“Para la primera salida que tuvieron asistieron seis personas, luego 40 y así sucesivamente se sumaron a este movimiento gracias a la pasión y persistencia que tuvo Rodrigo. En las últimas tres salidas que tuvimos, se ha movida más gente, hubo una salida de 800 personas en bicicletas”, cuenta García.
“Masa Crítica es hoy un movimiento bastante fuerte que cada día crece más, actualmente estamos pidiendo más parqueos de bicicletas en la ciudad. Hay que tomar en cuenta que las bicicletas ayudan a descongestionar el tráfico, no contaminan el ambiente y te mantienen en estado físico óptimo”, asegura García.
La Masa Crítica de Cochabamba está definida como: Grupo de ciudadanos movilizados a propulsión humana sobre una, dos o más ruedas, reclamando las calles para uso urbano.
SER PARTE DE MASA CRÍTICA
Para ser parte de Masa Crítica sólo tienes que tener una bicicleta, no importa el modelo, lo único que se busca es no contaminar y creer en que se hace muchas cosas por la sociedad al movilizarse por este medio.
“Una vez al mes, se programa y se escoge un sábado para salir todos juntos a manejar bicicleta, la idea es que la bici es un vehículo urbano de uso diario, entramos al centro y nuestro punto de encuentro es la plazuela Constitución a las cuatro de la tarde, conducimos en la zona norte porque es un tema urbano”, indica.
“Yo he creado las placas reflectivas que se las ha denominado “Placa Crítica”; éstas han dado una excelente acogida a los ciclistas ya que es una simpática y eficaz forma de transmitir nuestro mensaje no solamente durante las salidas en masa sino para el uso cotidiano de un ciclista urbano”, dice García.
Por otra parte, García fue creador del primer parqueo legal de bicicleta instalado frente al café La Bambola. Este estacionamiento proporciona a sus clientes un negocio en la ciudad de Cochabamba, gracias al Departamento de Ordenamiento de Sistemas de Movilidad Urbana, dependiente de La Secretaria de Planificación del Gobierno Municipal de Cochabamba.
“Creo que hay que dar el ejemplo para que poco a poco todos los negocios, instituciones y oficinas públicas, bancos, tiendas, cines y supermercados, entre otros, proporcionen esta comodidad a las personas que se movilizan y hacen su rutina diaria en bicicleta. El simple parqueo de bicis es un símbolo de ciudad moderna y consiente. Así como las ramplas para inválidos son obligatorias, deberían serlo también los estacionamientos de bicicletas”, concluye.
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