Desde la contrarreloj por equipos con la que arrancó la competición en Nimes (Francia), el balance de Chris Froome con respecto a todos los catalogados como sus principales adversarios es positivo. Sobre todos ellos consiguió ampliar la ventaja con la que comenzó en los días siguientes o enjugar lo poco que cedió.
No tardó nada en refrescar la memoria a todos que en la Vuelta de 2011, en la que vistió por primera y única vez el maillot rojo antes de esta edición, la victoria frente al cántabro Juanjo Cobo se le escapó por “únicamente 13 segundos”.
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