jueves, 8 de septiembre de 2011

Vuelta a España Froome ganó la etapa y Cobo sigue liderando en la general

El británico de origen keniano Christopher Froome (Sky), metió el susto en el cuerpo al líder Juan José Cobo (Geox) al arrebatarle la victoria y recortarle 9 segundos en la general, tras un duelo de titanes que aportó emoción al final de la decimoséptima etapa entre Oyón y Peña Cabarga, la más larga de la presente edición, de 211 kilómetros.

Froome ganó la última etapa con final en alto tras librar un espectacular duelo con Juanjo Cobo en el último kilómetro de ascenso a Peña Cabarga, en la zona más dura, con rampas del 19 por ciento, donde Cobo "murió" y resucitó para salvar la Vuelta. En meta, solo les separó un segundo, pero con las bonificaciones obtenidas por ambos, en la general el cántabro tiene únicamente 13 segundos de renta.

El ciclista del Sky conocía la subida, y Cobo, que vive a 50 kilómetros de Peña Cabarga, no. Por eso el corredor del Sky sabía que tenía que arrancar en la zona más empinada, a 800 metros de la pancarta. Atacó con fuerza, en una especie de esprint interminable cuesta arriba, y puso en jaque al "Bisonte de la Pesa", que hubo de sufrir en casa, ante su afición, para evitar la catástrofe.

Tuvo todo perdido, reaccionó, pudo ganar la etapa y claudicó en los últimos 30 metros. Una secuencia memorable en un palmo de terreno, que tal vez valga una Vuelta.

"He sufrido mucho y llegué a pensar que iba a perder el jersey rojo. Cuando arrancó no le pude seguir y luego pude recuperar. Ha sido fundamental el apoyo del público", dijo Cobo, aún encogido por el susto.

Froome, de 26 años, anunció que iba a quemar las naves en el feudo de Cobo. Era la última oportunidad para asaltar el poder, y cumplió su palabra. La revelación de la Vuelta, segundo en la contrarreloj de Salamanca y maillot rojo en la capital charra arrebató los galones a su jefe de filas, Bradley Wiggins y ha demostrado potencial para luchar por una prueba grande, su sueño como corredor.

Un anhelo hecho realidad para Froome, quien sigue sin tirar la toalla. Si las cuentas no terminaron de salir en Peña Cabarga, le quedan algunas soluciones. "Una diferencia de 13 segundos es muy corta, pero la única forma de ganar son los esprints intermedios, y habrá que luchar por ellos", anunció.

El pelotón no permitió grandes diferencias, dejó que la avanzadilla abriera carrera en el Portillo de Bustos (3a) y en La Lunada (2a), en cuyo largo descenso se juntó el gran grupo. El Euskaltel, Vacansoleil y Katusha se encargaron de que se cumpliera el guión establecido. La escuadra vasca buscaba el triunfo de Antón o Nieve, y el equipo ruso para "Purito", mermado por la caída de la víspera. (EFE)

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