Gaviria, debutante en la carrera rosa con 22 años, llegó a la salida de Cerdeña “a aprender” y enseguida tomó el pulso al Giro con el triunfo en Cagliari. Repitió en Mesina y en la Italia peninsular señaló con sus dedos el número tres. Un triplete para el Misil, que supone la cuarta victoria colombiana y la vigésima quinta de los corredores de su país en la “corsa rosa”.
El ciclista de La Ceja volvió a deleitar a su familia, presente en la línea de meta. Sus padres y hermana, también ciclista, vieron cómo Fernando, vestido con la flamante “maglia ciclamino” por puntos superó al italiano Jakub Marecko (Wilier) y al irlandés Sam Bennett (Bora).
Una victoria grande para un hombre modesto, que rechaza admitir que es el mejor velocista del Giro. “No, de ninguna manera, el mejor es André Greipel, que por algo es el que más victorias tiene en su enorme palmarés”. Ante todo un respeto a la edad y galones del “Gorila de Rostock”, anulado por la pujanza del colombiano, un auténtico huracán en las rectas de meta.
Una jornada maratoniana, más de cinco horas sobre la bicicleta, previsible, de las que tratan de tachar los favoritos en su calendario sin incidentes. Lo lograron todos. Dumoulin volvió a la ceremonia rosa por tercera vez consecutiva, manteniendo el puesto en la general.
A 2.23 segundos de ventaja de Nairo Quintana, 2.38 de Bauke Mollema, 2.40 de Pinot, 2.47 de Nibali y 3.05 del costarricense Andrey Amador.
“No hemos tenido demasiados problemas. En esta jornada y en la de mañana se trata sobrevivir sin problemas. Las etapas más importantes todavía están por venir”, expersó el líder de la competencia, que tendrá hoy recorrerá 162 kilómetros de llanos.
53 Horas acumula Dumoulin
A pesar de que el colombiano Gaviria venció en la etapa de ayer, el líder sigue siendo el holandés Tom Dumoulin, con un total de 53 horas con 41 minutos y ocho segundos.
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