Un ciclista corriendo con su bici averiada en el hombro, luchando por mantener su tercer puesto en la prueba a unos trescientos metros de la meta, y otro corredor que llega por detrás, evitando adelantarle para no aprovechar su infortunio, ante los aplausos de los espectadores
Sin duda alguna, uno de los gestos más deportivos del año. Lo protagonizaron Ismael Esteban, con su bicicleta a cuestas, y Agustín Navarro, el caballeroso rival que no quiso aprovechar la mala suerte de éste.
Según ´El Diario Montañés´, Navarro frenó por respeto a “alguien que había sido superior en todo momento. A mí no me gusta ganar así”. Tras la prueba, Esteban quiso entregarle su premio, como tercer clasificado, a Navarro, que se negó a aceptarlo.
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