Un año sin ganar. Demasiado para un ciclista de la talla de Gilbert. Desde que se enfundó el maillot arcoíris le ha perseguido la maldición que se atribuye a dicha prenda. Dicen que da gafe, pero a tres semanas del Mundial de Florencia el clasicómano belga apareció en todo su esplendor. Llenó de color la meta de la veraniega Tarragona. Adiós a un año de sequía.
Gilbert firmó su cuarta victoria en la Vuelta delante de Boasson Hagen y del argentino Maximiliano Richeze (Lampre). Fue el más rápido dentro de un pelotón que llegó partido. Un final frenético, nervioso. Había miedo a las rotondas y al repecho final. La cosa no fue para tanto. Los favoritos “libraron” y mantuvieron las posiciones.
El italiano Vincenzo Nibali (Astana), tocado con gafas oscuras por el aguijonazo de una abeja, subió al podio a enfundarse el maillot rojo. El irlandés Roche le “picó” 2 segundos en un esprint intermedio y le persigue a 31. Luego Valverde y Horner a 46 y “Purito” Rodríguez a 2.33. Nada nuevo en la entrada de la Vuelta en Cataluña.
Hoy, se disputará la decimotercera etapa, entre Vallas, localidad natal del malogrado Xavi Tondo, y Castelldefels, de 169 kilómetros, antesala de los Pirineos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario