Armstrong es siete veces ganador del Tour de Francia, pero fue despojado de todas sus medallas y trofeos, una vez que la Unión Ciclística Internacional (UCI) comprobó y él mismo admitió, haber consumido sustancias prohibidas por el reglamento antidoping.
Sus palabras remecieron al mundo del deporte, en particular del ciclismo, venido a menos en los últimos años por múltiples denuncias de consumo de sustancias dopantes por parte de sus protagonistas. Como Lance, venido en desgracia, varios ciclistas de la élite mundial de este deporte dieron positivo por consumo de sustancias prohibidas y parece que la lista se extenderá aún más.
Pero sólo como referencia, están los nombres del español Alberto Contador, tres veces ganador del Tour de Francia, o del francés Laurent Jalabert, campeón mundial de ciclismo en 1997, acusados de consumir EPO, la droga más buscada, la que está de moda.
JUEGO LIMPIO
Las expresiones de Armstrong, señalado ahora como el máximo exponente del deportista consumidor de drogas, fueron rechazadas por ciclistas de talla mundial, al considerar que lo dicho empañaba todo el trabajo, esfuerzo y sacrificio que demanda el pedal.
Y en Bolivia, donde también se practica el ciclismo, todas las voces escuchadas por el # 1 se avinieron a rechazar las aseveraciones de Armstrong y a asegurar que el deportista nacional, en general, obra de buena fe y quiere conseguir triunfos en base al esfuerzo puro, sin ventajas, ni reglamentarias o, menos aún, aquellas que proporcionan el consumo de sustancias estimulantes, prohibidas por la UCI.
SIN MÉDICOS
A su turno, Gualberto Escobar, presidente de la Federación Boliviana de Ciclismo, Luis Avilés, director técnico de ciclismo, y los reconocidos pedalistas Gilver Zurita, de Cochabamba, y Víctor Hugo Tarqui, de Chuquisaca, hicieron constar que a pesar de las buenas intenciones de respetar las normas y de llevar como estandarte el juego limpio, hay factores que van en contra.
Uno de ellos, considerado primordial: la falta de un médico deportólogo, que apoye a los ciclistas en sus equipos y explique en detalle los productos que están permitidos y aquellos que están prohibidos consumir.
Además del galeno, sería deseable, dijeron, que los planteles o representaciones nacionales cuenten con un profesional nutricionista, porque algunos alimentos, aunque no lo parezcan, contienen sustancias que pueden dar doping positivo.
Con todas las limitaciones, existe la convicción de practicar el deporte de manera sana, lejos del submundo de las drogas y las trampas.
Amateur
El ciclismo es un deporte popular pero amateur en Bolivia; el calendario oficial se compone esencialmente de pruebas de ruta, pista y bicimontaña.
Energizantes
La delgada línea entre el bien y el mal
Los ciclistas tienen un gran desgaste en cada etapa que les toca correr, en cualquier competencia, por caso, en la Vuelta a Bolivia, que tiene 10 etapas y se corre en 12 días.
Los deportistas tienen la necesidad de regenerar músculos y recuperar fuerzas para el siguiente día de competencia.
Muchos acuden a las frutas, como el plátano, rico en hierro, sodio y potasio, y los chocolates, en sus diferentes variedades y tamaños, pero el tiempo de recuperación es lento y la competencia exigente. Por eso, algunos recurren a los suplementos, como es el caso de las bebidas energizantes, pero unas, contienen sustancias prohibidas.
Es aquí, señalan los ciclistas, cuando se puede cometer errores y consumir algo que dé doping positivo.
EPO, droga de moda
La eritropoyetina o EPO, es una hormona glicoproteica que estimula la formación de eritrocitos (glóbulos rojos), principal agente de la eritropoyesis natural (formación de glóbulos rojos). En los seres humanos, es producida por el riñón en las células intersticiales peritubulares, células mesangiales (85% - 90%), el resto en el hígado y glándulas salivales (10% - 15%).
Esa es la descripción de la sustancia de “moda” en el ciclismo mundial y por la que dan positivo varios pedalistas, sobre todo en competencias de élite como el Tour de Francia, el Giro de Italia o la Vuelta a España.
Dos positivos en la Vuelta a Bolivia
Fernando Espíndola, del equipo Glass Casa Real, de Tarija, y Samuel Alaca, del plantel Sinchi Wayra, de Oruro, dieron doping positivo durante la Vuelta a Bolivia en las ediciones 2011 y 2012, respectivamente.
Por este motivo, la Unión Ciclística Internacional (UCI) les impuso una sanción de dos años de suspensión de cualquier competencia oficial, además de una multa de 2.500 francos suizos, aproximadamente 2.000 dólares.
Hasta ahora, los ciclistas involucrados no pagaron la multa, por lo que aunque cumplan el tiempo de suspensión, no pueden volver a competir.
OPINIONES
Gilver Zurita. Corredor cochabambino
”Se puede ganar sin trampa”
”Creo que los deportistas bolivianos en general y los ciclistas en particular, tenemos buenas condiciones para triunfar sin consumir sustancias prohibidas que pueden darnos ventajas. En lo personal, nunca consumí estas sustancias, tampoco pienso hacerlo; estuve a punto de ganar la Vuelta a Bolivia de 2012, compitiendo de manera transparente”.
Víctor H. Tarqui. Corredor chuquisaqueño
”Nosotros buscamos información”
”Los ciclistas bolivianos obramos de buena fe, no creo que ninguno de nosotros quiera sacar ventaja consumiendo sustancias prohibidas.
Lo que ocurre es que nadie nos indica lo que está permitido consumir y lo que es prohibido; entonces, la falta de conocimiento lleva al doping positivo.
Pese a eso, nosotros buscamos información para consumir sólo lo que está permitido”.
Luis Avilés . Técnico de ciclismo
”Los equipos no tienen médicos”
”Una de las deficiencias que tiene el ciclismo boliviano es que ninguno de los equipos que compiten tienen un médico encargado; este profesional debe indicar a los ciclistas lo que se debe consumir y lo que está prohibido.
El técnico del equipo, como en mi caso, debe hacer las veces de médico y guiar a los deportistas sobre lo que pueden o no ingerir”.
Gualberto Escobar. Presidente de la FBC
”Las pruebas son muy exigentes”
”El mundo del ciclismo profesional está lleno de pruebas exigentes como el Tour de Francia, el Giro de Italia o la Vuelta a España, cada ciclista debe correr entre 150 y 200 kilómetros diarios.
En el país está la Vuelta a Bolivia, que también exige al máximo a los ciclistas durante más de 10 días de competencia, por el llano, y luego en las zonas montañosas y de altura”.
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