El italiano Vincenzo Nibali.
El italiano Vincenzo Nibali (Astana) ha dado un paso decisivo para ganar el Giro al imponerse con contundencia en la cronoescalada disputada entre Mori y Polsa, de 20,6 kilómetros, por delante del español Samuel Sánchez (Euskaltel), solo batido por la voracidad del "Tiburon de Mesina".
Nibali se quedó sin rivales en la general. Ninguno de ellos estuvo siquiera cerca del siciliano, pues Cadel Evans (BMC) cedió 2:26 minutos y Rigoberto Urán (Sky) 1:26. Ambos mantuvieron el segundo y tercer puesto de la general, pero ya a 4:02 y 4:12 respectivamente.
Una paliza en toda regla de Nibali, encaminado a añadir a la Vuelta 2010 otra de las grandes. Esta vez sí pareció realmente que la maglia rosa tenía alas, al menos eso pareció al ver rodar con ligereza al líder, que ya marcó el mejor tiempo a mitad de recorrido con distancias considerables respecto a sus rivales directos.
Al contrario, Evans y Urán se cargaron de plomo bajo la intensa lluvia y subieron la tendida cuesta hacia Polsa a un ritmo inferior al del italiano, que lo hacía con ritmo y facilidad de pedalada, más fino que nunca con la nueva camiseta del Astana. En el paso intermedio ya se anunciaba lo que pasaría en meta.
Hoy se disputa la decimonovena etapa, entre Ponte di Legno y Val Martello, de 138 kilómetros, con los colosos Stelvio y Gavia en el trayecto.
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