Cavendish, de 27 años y campeón mundial en 2011, ya tiene el doblete en la presente edición del Giro. Se impuso en la primera etapa en Nápoles y llevó la maglia rosa un día hasta que se la arrebató el Sky. A la primera ocasión ha vuelto a demostrar quién es el rey del sprint.
En una llegada larga, controlada en principio por el Argos y el Orica, apareció la bala de la Isla de Man para vencer con claridad, en esta ocasión por delante del italiano Elia Viviani (Cannondale) y del australiano Matthew Goss (Orica-GreenEdge), con un tiempo de 3h.56.03.
Paolini mantuvo las diferencias en la general por delante del colombiano Rigoberto Uran (Sky) y del español Beñat Intxausti (Movistar), a 17 y 26 segundos respectivamente.
Una jornada marcada para los velocistas que cumplió el pronóstico, en la que los favoritos mantuvieron posiciones, tal vez mentalizados para jugarse gran parte de sus opciones en la cronometrada de 55 kilómetros del sábado.
Hoy se disputa la séptima etapa, entre San Salvo y Pescara, de 162 kilómetros.
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