El ciclista italiano Vicenzo Nibali (Astana) se adjudicó el Giro 2013 y cumplió su sueño de ser mejor en la carrera de su país, en la que ya había sido segundo y tercero.
Los últimos 197 kilómetros, entre Riese Pío X y Brescia, fueron un mero trámite para Nibali, segundo en la edición de 2011 y tercero en 2010, y sus acompañantes en el podio final, Rigoberto Uran (Sky), revelación de la carrera y primer colombiano que sube al cajón final, y el australiano Cadel Evans (BMC).
Un paseo triunfal para Nibali y de gloria para el excampeón del mundo de fondo en carretera Mark Cavendish que volvió a ser el más rápido en la llegada masiva y se anota su quinta victoria en esta edición y además el premio a la regularidad.
Una jornada que no tuvo mayor historia que los kilómetros finales, en el circuito de Brescia. En esta ocasión, al contrario que las anteriores etapas que tuvieron por escenario los míticos Dolomitas y que estuvieron marcadas por el frío y la nieve, no hubo batalla y el sol se dejó ver de vez en cuando, pero el pelotón se lo tomó con calma dando por bueno lo cosechado antes de llegar al circuito de Brescia.
Cavendish ganaba, por quinta vez, su guerra particular a sus más directos rivales en las llegadas masivas; mientras que el "tiburón" Nibali no tenía mayores problemas para rematar un triunfo que cimentó en las etapas condicionadas por la nieve y el frío.
Nibali cumplió con éxito su objetivo que no era otro que vestir la última camiseta rosa del Giro superando a rivales de la categoría del británico Bradley Wiggins, ganador del último Tour, el canadiense Ryder Hesjedal que defendía el título y el belga De Gendt, cuarto en la pasada edición, pero que no consiguieron llegar a Brescia. EFE
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