La voz oficial. "Desde el Gobierno, desde luego, vamos a defender la autenticidad de los logros de nuestros deportistas porque es gente que se lo gana a pulso" y "son un ejemplo de superación", aseguró ayer la ministra portavoz Sáenz de Santamaría.
"España es un país que cumple con la normativa antidopaje", aseguró vehemente. "Además, si analizan ustedes la media de condenas por este tipo de conductas, estamos muy por debajo de esa media. Hay otros países que la superan con creces", añadió.
Un editorial publicado el miércoles por el diario francés Le Monde titulado "España debe mirar al dopaje de frente" alimentó el resentimiento surgido en noviembre, cuando, en el mismo periódico, el extenista francés Yannick Noah había insinuado que los buenos resultados deportivos de España podían deberse al dopaje.
Humor negro. Pero fueron las marionetas humorísticas de los guiñoles de Canal Plus las que encendieron la polémica.
En ellas, aparece Nadal en varias ocasiones: utilizando su orina como combustible para el coche, firmando con una jeringa en apoyo a Contador o cantando "tengo 15 litros de sangre en la nevera" junto a íconos del deporte español como el guardameta Iker Casillas y el pívot Pau Gasol.
"No creo que se trate de una campaña contra mí, ni una campaña contra nadie. Es una campaña contra España, en general, y contra el deporte español", dijo Nadal, acusando a los célebres guiñoles de "cruzar un pelín la línea y siempre hacia el mismo enfoque".
"No solo creo que sea Canal Plus quien lo hace. Creo que hay otros medios que lo están potenciando y creo que es algo que es denunciable, porque en España, los deportistas que no están limpios pues están sancionados, sin competir", añadió.
"No son marionetas", volvía a indignarse ayer el diario deportivo Marca, que dedicó ocho páginas a "La guerra de los guiñoles".
Burlas del honor. En una de estas parodias, Contador, sancionado esta semana con dos años de suspensión por dopaje, pide a la gente que done sangre para poder volver a competir y otra evoca la nueva "Gioconda" descubierta en Madrid, mostrándola al manillar de una bicicleta con muchos más músculos que la Mona Lisa de Leonardo da Vinci.
Este humor fue juzgado insultante en España, hasta el punto de hacer intervenir a los responsables deportivos y al propio Gobierno.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, denunció unos videos "de un extraordinario mal gusto y de una profunda falta de ética" y anunció el envío de una carta al Ministerio francés de Deportes.
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