En el BMC las cosas están claras en un aspecto: no hay nada decidido y quedan 12 etapas que pueden ser 12 finales para enderezar un camino torcido por la superioridad del Sky, de su líder y del segundo de a bordo, Chris Froome. Evans y Lelangue ven por dónde intentar el abordaje.
“Hasta el momento el Tour para mí no ha sido óptimo. Estar a 1.53 minutos por detrás de Wiggins no es la mejor posición, sobre todo si tenemos en cuenta que el año pasado estaba solo a 2 segundos del líder. El tiempo perdido tampoco es definitivo, pero hará falta anticiparse a la contrarreloj del penúltimo día, que será más larga y apta para rodadores”, señala el ciclista “aussie”.
Los cálculos del BMC indican que Evans debe ganar 4 minutos respecto a su gran rival en cuatro etapas de montaña: la del Grand Colombier, las dos en los Alpes y las dos de Pirineos.
El Tour será recibido este miércoles por Grand Colombier, que podría ser un buen escenario para probar cómo funciona el motor de Wiggins en un puerto serio.
“En los últimos días me he sentido mejor y quedan dos semanas con etapas propicias para atacar. La táctica tiene que ser ofensiva pase lo que pase, hay que arriesgar, pero con cabeza. No será fácil acabar con Wiggins pero debo intentarlo”, afirma Evans.
El director de la escuadra estadounidense confirma que la táctica tendrá que ser ambiciosa, dentro de una situación diferente a la de años anteriores con otros corredores en carrera. “Cuando Evans se enfrentó a escaladores ligeros como Alberto Contador y Andy Shleck, Evans jugó a la defensiva. Frente al gran motor de Wiggins, debe adaptar su táctica a las circunstancias”, dijo.
Evans se mostró tranquilo, felicitó de nuevo a Wiggins por la contrarreloj que le reforzó el maillot amarillo, y recalcó su lema. “El Tour no ha terminado”. Doce etapas y dos minutos para demostrarlo.
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