En ausencia del español Alberto Contador y del luxemburgués Andy Schleck, el pronóstico es anglosajón, algo en el que coinciden la mayor parte de directores y corredores, que, en particular señalan a Wiggins, de 32 años, un corredor "milagro" que se ha pasado de brillar en la pista con título olímpicos y mundiales a optar al Tour de Francia. De entrada, su temporada es intachable, ha hecho algo inédito, ganar la París-Niza, el Tour de Romandía y el Dauphiné, en esta última humillando a Evans en la contrarreloj.
Por su parte, Evans, de 35 años, está listo para renovar el título, ya sabe "lo que tiene que hacer" pero le carga al británico la responsabilidad de favorito número uno del Tour, y admite que la clave será la contrarreloj, especialidad en la que reconoce su inferioridad respecto a Wiggins.
Pero el Tour 2012 ofrece tres etapas de montaña con final en alto y otras con puertos suficientes para los escaladores
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