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lunes, 4 de noviembre de 2013

Miles de dólares en ciclismo

El mundo del ciclismo a nivel competitivo no es de fácil acceso en materia económica.

Los pedalistas nacionales deben hacer grandes esfuerzos para ser parte de este ambiente, que supone no sólo le necesidad de adquirir una bicicleta totalmente equipada y preparada para soportar varios kilómetros, sino que se debe utilizar una especial para cada superficie. De este modo se habla de las “ruteras”, exclusivas para las pruebas de ruta y las de Contra Reloj Individual (CRI).

Según el experto en el ciclismo, Juan Carlos Céspedes, quien también es el responsable del equipo Bicibol, el precio promedio de una rutera en Bolivia es de 3.500 dólares, monto elevado para los pedalistas locales. No obstante, el techo económico asciende a 13 mil, haciendo referencia a una bicicleta de alta calidad, que pocos en el país poseen.

El ciclista internacional Óscar Soliz, figura principal del equipo Movistar de Colombia y único boliviano reconocido a nivel mundial, utiliza una bicicleta valuada en aproximadamente 8 mil dólares.

Para correr en superficies planas se utilizan aros de 8 centímetros de alto en las llantas, elementos que ayudan a sortear el viento y, por consiguiente, se mantiene la velocidad. El par cuesta alrededor de 2 mil dólares en el país.

En la Vuelta a Bolivia, competencia en desarrollo que reúne a más de un centenar de ciclistas nacionales y de otros países, se requerirán tres bicicletas distintas: una para CRI, otra para Santa Cruz y una última para La Paz, donde el suelo será con ascensos y descensos pronunciados.

En el ambiente ciclístico se denominan “grupos” a los combos que integran frenos, cambios, chicharras y cadenas, equipos que cuestan aproximadamente 1500 dólares, pese a que pueden conseguirse con precios hasta de 4 mil.

El uniforme, factor que incide en la comodidad del deportista y que además caracteriza a los integrantes de los equipos, puede costar poco más de 350 bolivianos.

Personalizan equipos para destacar al elenco

Para enfrentar una competencia grande del nivel 2.0 como lo es la Vuelta a Bolivia, ciclistas de renombre como Gílver Zurita, Óscar Soliz y Juan Cotumba utilizan bicicletas adaptadas según sus necesidades y personalizan también sus equipos para diferenciarse del resto. Sin embargo, la cuestión de los stickers y adhesivos que tornan más pintoresca a la bicicleta no son muy comunes.

“No es común adornar la bici para las carreras”, aseguró Zurita, pese a la idea de que los amantes de este deporte suelen ser ostentosos en este aspecto.

Zurita corre con bicicleta armada de Bs. 3.800

En la Vuelta a Bolivia que se encuentra en pleno desarrollo, el pedalista tarateño Gílver Zurita utiliza la misma bicicleta que manejó en la Vuelta a Cochabamba, hace algunos días.

“Está armada. No es una bicicleta muy cara, pues cuesta 3.800 bolivianos. Cuenta con buenos accesorios”, comentó Zurita, quien corre con un equipo facilitado temporalmente por el responsable del equipo Bicibol, Juan Carlos Céspedes.

Cascos especiales para correr en ruta y CRI

Los ciclistas utilizan distintos tipos de cascos diseñados con precisión. De esta forma, es posible hablar de los aerodinámicos para la prueba de Contra Reloj Individual (CRI); y también de los que cuentan con agujeros que sirven como ventilación, exclusivos para desempeñarse en la prueba de ruta.

En cuanto a formas, las hay de todo tipo. incluso los pedalistas se animan a usar aquellos cascos con prominencias en la parte trasera, al estilo “alien”.

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