Tenaz, perfeccionista, exigente. Incluso sus numerosos detractores han reconocido estas cualidades en el texano que, llevadas al máximo, construyeron una personalidad única.
El cáncer que superó en 1997 marcó un antes y un después en la vida de Lance Armstrong. Campeón del mundo en 1993 en Oslo, antes de la enfermedad, el ciclista se transformó.
Tras la dura terapia para superar una enfermedad que degeneró en metástasis (en el pulmón y en el cerebro), el estadounidense se convirtió en otro hombre, consagrándose únicamente al Tour de Francia, bajo los consejos del belga Johan Bruyneel, su director deportivo.
Intratable en la contrarreloj, potentísimo en la montaña, Armstrong logró el récord de siete victorias en la ronda parisina entre 1999 y 2005, levantando múltiples interrogantes sobre sus misteriosos métodos de preparación.
Paralelamente, su aura no deja de crecer. Su historia de superación impacta. Las marcas se disputan su imagen. Armstrong se convierte en uno de los deportistas mejor pagados de su país. Participa en una película en 2006 ("You, Me and Dupree", que se tituló "Tú, yo y ahora Dupree" en España y "Tres son multitud" en Hispanoamérica), en la que se interpretó a sí mismo.
En su vida privada, tras la separación con su esposa Kristin, madre de sus tres primeros hijos, se mete en un nuevo mundo, más cercano al espectáculo, compartiendo su vida durante tres años con la cantante Sheryl Crow. Después tuvo otros dos hijos con su nueva compañera, Anna Hansen.
Con Armstrong, el ciclismo cambia. Sin deshacerse no obstante de las dudas que hay entorno al texano.
Un mes después de su primera retirada, en la tarde de su séptima victoria en el Tour, la diario deportivo francés L'Equipe publicó el 23 de agosto de 2005 una investigación en la que se asegura que seis muestras de orina de Armstrong tomadas durante el Tour de 1999 contenían EPO.
El ciclista niega haber tomado productos ilegales durante su carrera y como las muestras referidas en la investigación fueron las llamadas B, no fue posible contrastar los resultados.
Armstrong vuelve incluso a la competición en enero de 2009 y termina tercero en el Tour de ese año, ganado por su compañero del equipo Astana, el español Alberto Contador. En 2010 acabó el 23 en la ronda francesa.
El primer gran golpe lo recibe de su compatriota Floyd Landis, vencedor del Tour en 2006 y que le fue retirado posteriormente tras dar positivo por testosterona, quien aseguró haber visto a su antiguo líder del US Postal entre 2001 y 2004 haberse dopado "en múltiples ocasiones".
Estas declaraciones desembocaron en una investigación federal, dirigida por el agente Jeff Novitzky, que había investigado ya el caso Balco, que recibió el nombre de un laboratorio de la región de San Francisco que fue origen de un gran escándalo de dopaje en los años 2000.
Varias personas testificaron ante un gran jurado reunido a puerta cerrada en Los Ángeles, pero la investigación acabó abandonándose el pasado mes de febrero.
Cuatro meses más tarde, la USADA anuncia no obstante la apertura de un proceso contra el corredor, al que acusa de haberse dopado durante el periodo 1999-2005.
Armstrong niega de nuevo las acusaciones y presenta un recurso ante el tribunal federal de Austin, en Texas. Al ver rechazado este recurso, el corredor, que tiene actualmente 40 años, anuncia que "pasa página" y que renuncia a pleitear con la USADA, aún denunciando el proceso.
Seguidamente, la agencia antidopaje anuncia la anulación de todos sus resultados deportivos a partir del 1 de agosto de 1998 y su exclusión definitiva y de por vida del ciclismo profesional.
Armstrong, que había vuelto a la competición en los últimos meses en el triatlón, dice que a partir de ahora se dedicará a seguir "sirviendo a la gente y a las familias afectadas por el cáncer" a través de su fundación Livestrong.
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