Silencio cómplice. "Ha callado más de lo que ha dicho", resume la responsable, que valora la entrevista televisada en la que el jueves por la noche Armstrong reconoció por primera vez haber tomado sustancias dopantes como una "decepcionante declaración".
"Ha seleccionado la parte de la realidad que quería que se conociera. En definitiva, dice lo que le interesa, oculta todo aquello que le puede perjudicar, calcula la verdad que revela y solo espera la redención de un público que piense que es víctima siempre de otros", critica Muñoz. "Su conclusión final es que todos hacían lo mismo que él, que nadie podía hacer nada distinto"
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