miércoles, 31 de enero de 2018

Cotumba: “No merezco que mi vida deportiva acabe así”

El Cóndor ya no quiere volar. Y la falla no se encuentra en sus alas. Esas no flaquean. Estuvieron a la altura en la Vuelta a Bolivia 2011. También respondieron de forma incontestable en la Vuelta al Chaco 2015. Entonces, nada hay que reprocharles a aquellos ágiles apéndices del cuerpo de un ave que simplemente se dejó ganar por la tristeza.

Juan Cotumba, la “epopeya del ciclismo boliviano” encarnada en un hombre casi fantástico con piernas de acero y pulmones de cuarzo, decidió poner el punto más difícil de su vida, el que duele más, el que aparece de pronto para llenar los ojos de recuerdos y la mente de lágrimas: el final.

Tomó la determinación, con nudo en la garganta incluido, de cortar su carrera luego de 20 años en los que le entregó su vida al país. Un adiós precipitado. Lo entiende así.

Tenía la esperanza de coronar su despedida con su participación en los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, que se concretarán en mayo, pero la sucesión de los hechos (con los conflictos institucionales federativos haciendo sombra) sembró su desánimo, pues considera que “no es justo” que en torno a él y al ciclismo se teja una red de incertidumbre en cuanto al dopaje en Bolivia.

“¡Tantos percances que tuve! El amor por esto me dio fuerzas para seguir luchando. Logré resultados importantes para el país y no merezco que mi vida deportiva acabe así. Es una tristeza total que las cosas se den de esta forma. Siempre me dediqué al deporte y ahora me quedo sin nada, sin saber qué hacer”. Esas fueron las declaraciones del Cóndor Cotumba, quien le dio ayer la noticia de su retiro a este medio.

Dio positivo en dos ocasiones dentro de su trayectoria profesional: en 2006, cuando acusó haber tomado la famosa infusión llamada trimate, y en 2014, ocasión en que no notificó oficialmente que debía ingerir un fármaco para tratar un problema crónico.

“Es un medicamento que te compras tres por 1 boliviano. Sufro acumulación de líquidos. Fue un olvido mío. No pude presentar mis recetas. Se dio en la última etapa de la Vuelta al Sur. Sin embargo, aquello no fue tomado como doping. Fui absuelto por la UCI (Unión Ciclística Internacional)”.

También asumió lo del trimate como una equivocación. “Fue sin ánimos de mejorar en el deporte. Esas veces, tomábamos mate de coca y demás. En esas fechas no sabíamos de la lista de las sustancias prohibidas por la UCI. He sabido pagar con creces, por lo que puedo competir en cualquier tipo de carrera. La sanción ya ha sido arreglada”.

Esas respuestas lanzó el potosino, de 37 años, para acabar con supuestas especulaciones que empañan no solo a su nombre, sino también a la seguidilla de hazañas que ha forjado en Bolivia y Sudamérica.

Deseaba (su voz entrecortada a través del teléfono dio cuenta de ello) profundamente que su adiós fuera especial, que la cúpula dirigencial pudiera retribuirle mínimamente su entrega sin condiciones con un gesto amable o, ambicionando algo más, un acto acorde a la talla del hombre que fue reconocido como “el mejor de America de noviembre a diciembre de 2011”.

¿Hay vuelta atrás, luego de esta advertencia? Para el Cóndor, las chances son ínfimas. Quedó golpeado anímicamente.

Se animó a pedir, “muy respetuosamente” (él mismo se encargó de aclararlo), que el presidente de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC), Edgar Herrera, sea constructivo en sus labores y que entable un acercamiento con la potosina Sonia Ramos, madre del pedalista Javier Arando y titular de la entidad federativa que cuenta con el apoyo de las asociaciones departamentales.

“La señora Sonia Ramos se hizo elegir con todas las asociaciones. Desde ahí actúa como presidenta y el señor Herrera debe dejarla trabajar bien. Esas cosas no son correctas. Hay una división total a nivel de los deportistas”.

Quizás haya tiempo para que Cotumba repiense su decisión y se retire del ciclismo como él aspira. Sin embargo, por ahora está “dolido”.

No olvidó agradecer a quienes considera que fueron fundamentales en su carrera. “Si me mantuve hasta ahora fue gracias al apoyo de las empresas privadas que me dan trabajo y a la colaboración de Pollito Rico, que me alentó para seguir adelante. También conté con Pío Rico”.

MEDICINA DEPORTIVA Según Cotumba, en el país no existen saberes profundos sobre la medicina deportiva, lo que deja un espacio al desconocimiento por parte de los ciclistas, que suelen incurrir en faltas ante la UCI.

Con 37 años y 20 de ellos en sus espaldas como deportista, el Cóndor baja su vuelo.

Resignación

“Me había propuesto alargar mi vida deportiva hasta los Juegos, pero así no se puede”.

Juan Cotumba

ciclista potosino

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