lunes, 20 de mayo de 2013

PITER CAMPERO De Arani al podio en el continente europeo

Balcónpampa es una pequeña población situada a seis kilómetros al sur de Arani, capital del buen pan, en el valle alto del departamento de Cochabamba.

En una de las casas del pueblo, desparramada en medio de sembradíos de papa, maíz, cebolla y otros productos que da esa tierra fértil, nació hace 22 años Piter Campero Villarroel, el ciclista cochabambino que hace dos semanas se subió al podio en el Tour de Chablais, una competencia ciclística que se corre en Francia. Esta es una verdadera hazaña para Campero y un hito para la historia del deporte nacional: es el primer ciclista boliviano que sube al podio en una competencia europea de esa o de alguna otra categoría y nivel.

EMOCIÓN EN EL PODIO

“En el momento de subir al podio sentí una gran emoción y más aún cuando tocaron el himno nacional”, dice Piter, al # 1, en el patio de la casa de su infancia.

Recuerda que en ese lugar, cuando era ch’iti (pequeño) crecía una planta de uva y una higuera, que fueron cortadas para dar más campo a los integrantes de la familia Campero.

Al hogar de Piter se llega por un angosto camino de tierra y ripio, que tiene el ancho justo para que trasite una movilidad pequeña. Una pared alta, construida con abode, que muestra su cara lavada después de varios años de uso, resguarda la casa, que tiene dos plantas.

“Mi cuarto era en el segundo piso”, explica Piter y señala el lugar con un dedo. Es el último de cuatro hermanos, por eso mismo, admite con una sonrisa, quizá el más mimado, al que sus padres, Rafael e Indalecia, le dieron más atención.

El ciclista es un agradecido con sus padres y hermanos, por ser sus compañeros y amigos.

AMOR POR LA BICICLETA

Campero reseña que antes de cumplir 10 años, le compraron su primera bicicleta con la que iba a clases a la escuela rural de Villa Rivero, distante a siete kilómetros de Balcónpampa. Antes de eso, cuando estaba en el ciclo primario, caminaba más de dos kilómetros acortando camino (chag’anchada) para pasar clases en la escuela de Arani.

En el transcurso de la nota, hasta aquí, parece que el deportista, el ciclista de primer nivel que tiene Cochabamba, se perdió de vista. Pero todo tiene un motivo, porque el propósito de esta nota es hablar de Piter, el niño, el adolescente, la persona, el ser humano de campo, sencillo, enraizado en la tierra fértil que lo vio nacer y crecer.

Porque cuando se observa a Piter en su casa rural, con sus modos simples, con su carácter tímido, es imposible imaginarse que hace solo unos días se subió al podio en Francia, el Viejo Continente, que en vez de ser conquistado, conquista a países y personas de esta parte del mundo. Piter, de humilde cuna, cantó el himno nacional con el pecho henchido de orgullo y a los cuatro vientos gritó: ¡Boliviaaaaaa!

10 años

De actividad ciclística tiene Piter Campero, tomando en cuenta las competencias de bicimontaña, ruta y pista, de carácter oficial u otras ocasionales, no contempladas dentro del calendario.

Los cerros ubicados cerca de Arani, sirvieron como escenario para los torneos de bicimontaña.



DATOS PERSONALES

Piter Campero Villarroel
Nacimiento: 12 de enero de 1991
Edad: 22 años
Lugar: Balcónpampa, Arani
Departamento: Cochabamba
Profesión: ciclista
Padre: Rafael Campero
Madre: Indalecia Villarroel
Hermanos: Midre (30), Siner (27), Ruth Marcia (25)

FRENTE A FRENTE

Dios: Creador
Padre: Ejemplo y guía
Madre: Amor
Hermanos (as) : Amigos y compañeros
Vida: Regalo de Dios
Paz: Para todo el mundo
Guerra: Rechazo total
Amor: Une a las personas
Música: Variada
Comida: De todo



OTRO CAPÍTULO EN SU VIDA

Piter asistió al seminario buscando a Dios

Pocos de sus compañeros y el público que observa habitualmente las competencias de ciclismo, saben que antes de dedicarse de lleno al deporte del pedal, Piter Campero asistió al seminario, en busca de Dios: quería ser sacerdote para servir al Creador mediante la enseñanza y la fe. Eso fue hace siete años, no bien salió bachiller en Villa Rivero.

Pero una vez en el claustro donde se forman los futuros sacerdotes, se dio cuenta de que lo que allá se ofrecía no era precisamente lo que buscaba y abandonó la idea.

“Esa fue una etapa importante en mi vida, creí que ese era mi camino, pero después asumí la decisión de salirme del seminario; fueron tres años allá en los que dejé de practicar el ciclismo”, cuenta Piter.

El deportista acota que esta decisión no significa que se hubiera alejado de Dios “al que siempre lo tengo presente, porque sé que es el Creador de todas las cosas, que siempre nos acompaña a todos sus hijos, en las buenas y en las malas”.

Se confiesa muy espiritual y eso mismo trata de manifestarlo en el ciclismo, que requiere de una preparación física óptima y fuerza emocional para participar en las extenuantes pruebas de largo aliento.

Piter dice que en todas ellas, desarrolladas en el país o el exterior, siempre tiene presente a Dios y su familia, que pese a la distancia, los lleva muy cerca.



ANHELO

Ganar la vuelta a Bolivia

Desde hace cinco años, la Vuelta a Bolivia es la principal prueba ciclística que tiene el país, por ende, la más deseada por los pedalistas nacionales y del exterior.

Piter Campero no es la excepción, quiere conseguir la corona de la afamada competencia que se correrá este año por sexta vez, de acuerdo a lo anunciado por los organizadores, el Grupo Fides, cuyo director es el padre Eduardo Pérez Iribarne.

El ciclista cochabambino participó en dos versiones de la Vuelta a Bolivia, en 2011 y 2012; en la primera fue declarado la revelación, sólo un desperfecto mecánico en la bicicleta le impidió subir a lo más alto del podio.

“Espero poder competir, a ver cómo se presentan las cosas hasta que se realice la competencia en noviembre”, dice Campero.



ESTE AÑO

Piter define su futuro en el ciclismo

Una de las cosas que aprendió Piter Campero en estos años de competencia al máximo nivel, es que el ciclismo exige y mucho de los deportistas, tal vez, en algunos casos, demasiado.

La exigencia es tal que a veces se paga muy caro, con una lesión, una fractura o inclusive con el deceso del deportista.

“Cuando comencé en el ciclismo, me apasionaba, me gustaba demasiado, quería ser uno de los grandes de este deporte, ahora no estoy muy seguro”, sostiene. Cuenta que conoció y se entrevistó con ciclistas que aún siendo de élite, padecen condiciones extremas para surgir frente a rivales fuertes y en competencias afamadas.

“Aún no he decidido si me quedo o dejo el ciclismo, si es que hay opciones para ir a un equipo del exterior, me decidiría por seguir”, asevera Piter.

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