lunes, 25 de febrero de 2013

El doping acecha al ciclismo boliviano

Hay una moda perversa en el deporte mundial, particularmente en el ciclismo, que acaba por socabar los mismos cimientos de la credibilidad de la actividad deportiva en el planeta: se llama doping, el consumo de drogas para mejorar de manera sustancial el rendimiento de los atletas.

El caso de dopaje más famoso es el del ciclista norteamericano Lance Armstrong, que fue despojado de los siete títulos obtenidos en el Tour de Francia, la competencia más connotada del mundo .

Detrás de él, hay nombres de otros ciclistas que dieron doping positivo o por lo menos arrojaron sospechas sobre un comportamiento antideportivo.

AMATEUR

Con la resonancia de los casos famosos, se suponía que el consumo de sustancias dopantes era un tema lejano a Bolivia.

En el país, el ciclismo es un deporte amateur; las pruebas del calendario oficial de la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC) se desarrollan dentro de este parámetro, aunque algunas tienen renombre como la Vuelta a Cochabamba, la Vuelta a Tarija, la Vuelta a Santa Cruz, y otras.

Pero la emergencia de una competencia de alto nivel, como la Vuelta a Bolivia, cuya quinta edición se corrió en 2012, hizo dar un paso cualitativo a este deporte.

MUY CERCA

La Vuelta a Bolivia es una competencia avalada por la Unión Ciclística Internacional (UCI).

La entidad rectora del ciclismo mundial califica a ésta como 2.2, es decir, que su calificación la equipara con las competencias más importantes que se corren en Sudamérica y el mundo en un año calendario.

Y es justo en esta carrera, la más importante que tiene el país, donde se presentaron los casos de doping positivo de ciclistas bolivianos; así, una nube negra de duda se elevó sobre las cabezas de los deportistas nativos, algo impensado hace un tiempo, cuando se creía que el doping era un cuento extraño y lejano.

POSITIVO

Gualberto Escobar, presidente de la Federación Boliviana de Ciclismo, confirmó al # 1 que dos pedalistas nacionales dieron positivo en las últimas ediciones de la Vuelta a Bolivia.

Fernando Espíndola, del equipo tarijeño Glass Casa Real, en 2011, y Samuel Alaca, del orureño Sinchi Wayra, el año pasado.

El fantasma del doping se hizo visible y, aparentemente, no se irá tan pronto ni fácil de la mente y cuerpo de los deportistas bolivianos.

Sanción

La unión ciclística Internacional (UCI) actuó de inmediato sobre los casos de EspÍndola y Alaca.

La sanción impuesta es de dos años de suspensión deportiva y 5 mil francos suizos



Desconocimiento de las reglas

Aunque exterioriza su preocupación por la aparición de los casos de doping positivo en pedalistas nacionales, la Federación Boliviana de Ciclismo (FBC) atribuye este hecho principalmente el desconocimiento por parte de los deportistas sobre lo que es el doping y qué sustancias son prohibidas para su consumo.

“No creo que el consumo de sustancias dopantes por parte de los ciclistas bolivianos se deba a un acto de mala fe, o por sacar ventaja deportiva con relación al resto de los deportistas; más bien, es por desconocimiento de lo que consumen y de las reglas que rigen el doping”, expresó el presidente de la FBC. Por este motivo, acotó Escobar, la entidad está empeñada en realizar seminarios y talleres donde se enseñárá a dirigentes, técnicos y ciclistas sobre lo que no deben consumir, como también, las sanciones a las que pueden ser sujetos.

“Como atenuante, los ciclistas bolivianos no dan positivo por cocaína o EPO, como ocurre en otros países”, complementó Escobar.



La UCI no puede exigir dinero

A un año de la sanción en su contra, el ciclista Fernando Espíndola, de Glass Casa Real no ha hecho efectivo el pago de la multa de 2.500 francos suizos que le impuso la Unión Ciclística Internacional por el doping positivo en la Vuelta a Bolivia de 2011.

De acuerdo al reglamento de la UCI, si el deportista no cumple con el pago de la multa, debe hacerlo su equipo y, en último caso, la Federación Boliviana de Ciclismo.

Al igual que Espíndola, se sabe que Samuel Alaca no tiene dinero para pagar la multa impuesta por la UCI, de tal manera que su carrera deportiva está en duda.

Pero de acuerdo a Ivo Eterovic, presidente de la Comisión Antidoping de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y antiguo presidente de la Federación Boliviana de Ciclismo, la UCI no puede ni debe imponer una multa económica a los pedalistas que den positivo en un control antidopaje.

“Las reglas del doping, corroboradas por la Asociación Mundial Antidopaje (AMA), no señalan una multa por ningún monto”, aseveró Eterovic.



Ciclismo culpable

El presidente de la Comisión Antidoping de la FBF, afirmó que el ciclismo es “la madre del dopaje” en el deporte mundial, y eso se ratifica cada vez más.

“Si el ciclista no se dopa, es imposible que pueda aguantar una competencia exigente, etapa tras etapa, día tras día”, sostuvo Eterovic.

En este renglón, y aún asumiendo que hay ciclistas bolivianos con doping positivo, Eterovic dijo que quienes consumen y venden sustancias prohibidas, son los deportistas de Colombia. “Ellos saben qué sustancia prohibida van a consumir y cómo van a hacerlo para no dar positivo en un control, así que nuestros ciclistas siempre estarán en desventaja”, agregó.

Eterovic apuesta por un mayor y mejor control de parte de los organizadores de la Vuelta a Bolivia, a fin de evitar, o reducir, las posibilidades de que se presenten casos de doping positivo.

“Los controles deben de ser no sólo a los ciclistas, sino al equipaje que llevan al lugar donde se hospedan”, complementó el profesional.



ESCÁNDALO

El caso Armstrong destroza al ciclismo mundial

El ciclista norteamericano Lance Armstrong iba camino a convertirse en una leyenda, no sólo de esta disciplina, sino del deporte mundial, pero siempre estuvo bajo la lupa de la sospecha de la Unión Ciclística Internacional (UCI), aunque nunca hubo resultados médicos y científicos concluyentes que certificaran las dudas.

Armstrong, de 42 años, rechazó siempre las sindicaciones y mantuvo que su carrera deportiva fue limpia, libre del consumo de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento.

Eso fue hasta que los estudios confirmaron su dopaje con sustancias como EPO, algo que negó, pero el 17 de enero de este año, en una entrevista televisiva con Oprah Winfrey, admitió haber usado EPO, testosterona, y realizarse transfusiones de sangre para mejorar su rendimiento.

Aún antes de esta confesión, la UCI le había quitado los siete títulos del Tour de Francia. Alberto Contador, ciclista español, es otro de los que está en el ojo de la tormenta, aunque hasta ahora no hay pruebas concluyentes en su contra y, por eso, continúa compitiendo.



SUSTANCIAS PROHIBIDAS

EPO, la más común

Existen alrededor de 400 sustancias prohibidas para el consumo de los deportistas, que podrían eventualmente dar positivo en un control antidopaje y cercenar su carrera.

Pero de todas ellas, la más común y más usada por los deportistas, en este caso ciclistas, es la EPO. Esta sustancia no es otra que la Eritropoyetina. Es una hormona sintética que aumenta la cantidad de glóbulos rojos en la sangre, por consiguiente, se logra una mayor oxigenación del organismo y un mejor rendimiento en la actividad física.

Además, mejora el rendimiento muscular. Aunque no está plenamente comprobado, se supone que una transfusión de sangre, poco antes de una carrera, da mayor fuerza.

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